La pregunta
¿Por qué el mar es azul? - Despertó de un salto. Otra vez la misma pregunta… ¿por qué? ¿Por qué el mar es azul?
Desde hacía dos semanas, que lo único en lo que podía pensar era en eso. El por qué del azul del mar. Como si eso fuera a contestar las mil y un dudas existenciales que rondaban por su cabeza. Había buscado en internet y en cuanta enciclopedia se cruzó por su camino la repuesta. Que porque es un reflejo del cielo, porque el fondo del mar es azul, porque la luz al separarse… y así un largo etcétera. Pero ninguna de estas respuestas, por científicas que parecieran, parecían tranquilizar su alma.
¿Por qué el mar es azul? Se preguntaba, mirando desde la orilla las olas. La gente se alejaba, pensando que se trataba de una loca. Ella quería, necesitaba, saber con urgencia la respuesta. Cuando estaba detenida en los semáforos en rojo, en lo único en lo que podía pensar era en la maldita pregunta sin respuesta.
Cada vez que veía a alguien nuevo, su rostro se iluminaba, pensando que al fin iba a encontrar a la persona que supiera contestar y poder así terminar con esta tortura…
Hasta que un día, sentada por milésima vez en la orilla de la playa, una niñita se le acercó. ¿Sabes por qué el mar es azul? – le preguntó. Obvio! Yo te voy a contar, lo que pasa es que un día…
Y ahí se quedaron, las dos sentadas en la orilla mientras la misteriosa niñita terminaba por fin con la maldición de la pregunta infinita.
11 comments:
Como también soy muy cabezona, entiendo muy bien a tu protagonista al no poder pensar en otra cosa cuando algo le está rondando dentro.
Me gusta mucho tu cuento y que des valor a la inteligencia de los niños, porque a veces la respuesta más sencilla es la verdadera.
Creo que no había estado antes por aquí, así que tendré que leerte más en profundidad cuando disponga de algún ratito.
Un abrazo.
Sé lo que es obsesionarte con algo, y que luego la respuesta sea tan sencilla...
Buen cuento, incluso al dejar que nosotros imaginemos la respuesta de la niña.
Saluditos!
Sé lo que es obsesionarte con algo, y que luego la respuesta sea tan sencilla...
Buen cuento, incluso al dejar que nosotros imaginemos la respuesta de la niña.
Saluditos!
Es curiosa la ralladura de la protagonista, y me ha gustado cómo ha ido investigando la respuesta hasta obesionarse con ella. Sin embargo, el final me ha sabido a poco. Podrías estrujar tu imaginación para crear una leyenda sobre el color del mar y continuar el relato.
Un besito,
Mun
Jejeje, la locura de la protagonista es directamente proporcional a la locura de la escritora.
Es verdad, el final (al igual que el de la fábrica de sueños) lo hice a la rápida para poder publicar en los plazos. Prometo "decantarlo" y darle una nueva vuelta
cortito, bonito, pero, de veras, me habría gustado saber cual era la respuesta!!
ahora voy a ser yo la que se obsesione :P
un beso grande y bienvenida a cuentacuentos
ains, los niños que sabios son, siempre tienen una respuesta para todo, coincido con las que me preceden me quedé con ganas de saber mas.... bessos!
jaja Cortito pero muy bueno, la ralladura de los niños, a veces es desesperante Ainsss.
;)
Saludos.
Esa sensación que de repente invade nuestra mente y ya no la abandona hasta extraernos lo que busca: una respuesta, la expresas en tu relato a través de la pregunta del color del mar. El detalle del semáforo indica como parece detenida en su propio mundo de búsqueda mientras el otro sigue su curso. Una angustia y tenso agotamiento que finalmente logra su objetivo, conocer la respuesta. Pero nos dejas tras intensa narración la pregunta a nosotros, por qué es azul? :)
Un abrazo y bienvenida!
Breve pero con grandes miras. Me ha gustado la idea que desarrollas y no sé si coincido con mis compañeras en cuanto a sí deberías o no habernos desvelado la respuesta de la niña. Lo que sí sé es que deberías plantearte extenderte un poco más con tus relatos, así tendrás más palabras con las que mostrarnos lo que pasa por tu cabecita. ¡Un saludo!
Hola
No he podido responder hasta ahora. Je, je, cortito y con final abierto. Tienes buen estilo.
Eso sí, para la niñita será muy fácil, pero para mí... Rebusqué la explicación científica por Internet, y resultó que no era por lo que yo creía. Pensaba que era sólo por el color del cielo, pero no, había más física metida por ahí. :-)
Espero volver a leerte. Un saludo.
Juan.
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